Pérez A. Rev. Nutr. Clin. Metab. 2023;6(2):1-2.





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Angélica María Pérez Cano, ND, MSc*

https://doi.org/10.35454/rncm.v6n2.535




*Correspondencia: Angélica María Pérez Cano.

presidencia@nutriclinicacolombia.org



Hoy me despido de todos ustedes, lectores, afiliados y seguidores de nuestra gran Asociación Colombiana de Nutrición Clínica (ACNC). Han transcurrido dos años maravillosos llenos de sueños por una asociación mejor y más grande, y hoy entregamos muchos de los proyectos propuestos por esta junta directiva. Se entregan a tiempo, con pasión y amor por un mejor mañana en la nutrición clínica. Fueron innumerables los momentos de trabajo social, académico y de investigación que cruzamos, y se logró impactar a más de 20 000 profesionales de la salud, pacientes, cuidadores y comunidad en general. El trabajo regional fue el soporte que impulsó el cuidado nutricional y de alguna manera unificó el idioma que hoy todos entendemos, y esto le dio mayor visibilidad a la ACNC a nivel nacional e internacional.

Entonces es hora de agradecer por la confianza depositada en esta junta directiva que ha acompañado cada uno de los proyectos enumeramos a continuación:

Recordemos que la ACNC es una institución donde muchos trabajamos por la mejora continua en el cuidado nutricional. Los invitamos a todos a participar más activamente y continuar construyendo y cumpliendo sueños. Sigamos los principios de la Declaración de Cartagena, y complementariamente la Declaración de Viena; desde el trabajo multidisciplinario continúen haciendo todo lo posible por las acciones en pro de los mejores desenlaces clínicos.

Gracias a tantos amigos por acompañarnos en estos dos años de trabajo, pero sobre todo gracias a nuestras familias por abrir espacio en sus vidas también a los sueños laborales y desafíos académicos y hacer propios los mismos desafíos.

Hoy les dedico un breve poema de Mario Benedetti:


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.

La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que, con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como esa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.


¡Gracias a mi comité directivo y de apoyo por ser esto y mucho más!



Angélica María Pérez Cano, ND, Esp, MSc

Presidente de la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica (ACNC). Nutricionista Dietista, Magíster en Nutrición Clínica.